Descomposición animal
El cuerpo de un organismo animal comienza a descomponerse poco después de la muerte. Esta descomposición se puede simplificar en dos etapas: En la primera etapa, se limita a la producción de gases. En la segunda etapa, se forman fluidos y la carne o la materia del animal muerto comienza a descomponerse. La ciencia que estudia este tipo de descomposición se llama tafonomía.
Históricamente, el proceso de descomposición de un organismo vivo ha sido descrito como parte de cuatro etapas: autólisis, putrefacción, decaimiento y secado (diagénesis).
Proceso
La descomposición comienza en el momento del deceso, causado por dos factores: autólisis, la ruptura de tejidos por los propios compuestos químicos internos del cuerpo y enzimas; y putrefacción, la ruptura de tejidos causada por bacterias. Estos procesos liberan gases que son las principales fuentes del característico hedor de los cadáveres. Estos gases inflaman el cuerpo.
Los animales carroñeros juegan un papel importante en la descomposición. Insectos y otros animales son generalmente el siguiente agente de descomposición, si el cuerpo se encuentra accesible a ellos. Los insectos más importantes que suelen estar implicados en el proceso incluyen moscas Sarcophagidae y Calliphoridae. Carroñeros más grandes pueden comerse el cuerpo si les resulta accesible. Algunos de estos animales incluso remueven y dispersan los huesos.
Ejemplo de la descomposición es la de la imagen vista arriba, que muestra un cánido en estado de putrefacción.
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